El infame Head Pressing: Si alguna vez has observado a tu mascota, bien sea un perro o un gato que presiona su cabeza sobre una superficie como la pared, más allá de ser un acto gracioso para alguno de los poseedores de estos peludos compañeros, no es más que un acto que podría significar que nuestra máscota podría estár sufriendo dolores de cabeza o problemas neurológicos.
Si nuestra máscota presenta dicho comportamiento durante mucho tiempo, también puede presentar otro tipo de síntomas aparte de presionar su cabeza sobre la pared como el de ser desobediente, puede sufrir cambios de humor e incluso perder progresivamente la vista.
Los animales sueles presionar su cabeza sobre la pared para tratar de mitigar un poco el dolor, así como los seres humanos nos apretamos la cabeza o la nuca para evitar sentir tanto dolor.
Pero se dice que incluso hay mascotas que suelen presentar problemas tales como las convulsiones.
¿Por qué se genera el head pressing?
El dolor de cabeza en una mascota puede generarse por distintos motivos tal como puede presentarse en un ser humano.
Esto puede dar señales de intoxicación por algún alimento o por algún otro tipo de producto ingerido, también puede presentarse por algún tipo de problema neurológico consecuencia de algún golpe o caída, las más comunes son:
- Traumatismos cráneoencefalicos, generado por golpes.
- Hidrocefalia: no es más que el aumento en la cavidad craneal por la acumulación de líquidos.
- Infecciones vinculadas al sistema nervioso: La rabia, toxoplasmosis, el moquillo entre otros.
- Infartos cerebrales.
- Intoxicación por alguna sustancia que puede ser química, toxica o narcótica.
- Aglomeración de sustancias en el organismo por deficiencia hepática.
Está enfermedad puede presentarse en cualquier raza de gatos o de perros, y puede ser presentada por problemas neurológicos o por consumo de alguna sustancia tóxica.
Estos comportamientos se relacionan en particular con determinadas razas que puede ser: Pug, Bulldog francés, Yorkshire, Boston Terrier y Beagle.
Los gatos suelen presentar daños neurológicos y Head Pressing, a diferencia de los caninos, los felinos no tienen razas específicas en las cuáles se presenten más estos raros comportamientos y la cantidad de casos es mucho menor comparada con los perros.
¿Qué tratamiento se recomienda para el head pressing?
Algo que es importante recalcar es que el Head Pressing no es una enfermedad, si no más que el comportamiento de nuestra máscota dando indicios a problemas metabólicos de nuestros compañeros, infecciones en el sistema nervioso, tumores cerebrales, traumatismos cráneoencefalicos, ademas de envenenamiento o intoxicación.
Es potencialmente imposible prevenir el Head Pressing en nuestra máscota, ya que, por ser un comportamiento arraigado por un problema no nos damos cuenta de que esté existe hasta que empieza a mostrarse el comportamiento, lo recomendable es llevar a nuestras mascotas a un chequeo general con el veterinario cada cierto tiempo, colocar vacunas y vigilar que comen.
El Head Pressing por un comportamiento puede indicarnos que nuestro peludo amigo tiene un problema, pero aún así sigue siendo un poco difícil diagnósticar con seguridad cuál es el verdadero problema que tiene nuestra máscota, para ello es necesario que el veterinario realice todas las pruebas necesarias y ademas poder facilitar con datos sobre nuestra máscota.
Si nuestro veterinario no es capaz de detectar un el problema, es necesario ir con especialistas en el tema para poder averiguar a cabalidad el problemas real de nuestra máscota.
Se deben realizar sencillas que va desde un exámen normal de retina, hasta una resonancia magnética para así poder descartar traumatismos y en muchos casos tumores malignos.
A veces no nos damos cuenta de los comportamientos irregulares de nuestras mascotas, pero para asegurarnos que nuestra máscota no sufre de este particular comportamiento debemos fijarnos si pasa mucho tiempo inmóvil y apoyado sobre una superficie dura. Recordemos que el Head Pressing no tiene tratamiento y la salud nuestra mascota es nuestra responsabilidad.